lunes, 28 de mayo de 2018

Primeras influencias…


No voy a hacer la clásica de “yo quería ser Madonna mientras veía videos de Gloria Estefan”, lamento decepcionarlos, pero no soy un modelo "gay/bisexual/o-como-deseen-decirle" clásico.

Mis influencias fueron la década en la que nací, como dije en la entrada anterior, soy una hija de los años 90 y eso lo puede decir todo. Pero como amo entretenerlos con mis infidencias les contaré.

La maravillosa y plástica Pamela Anderson en Baywatch y Barb Wire, la amazonia de Lucy Lawless en Xena, la colegiala de Britney Spears me hicieron nena a la fuerza, una nena calzada en rosa y cabellos rubios para contrastar mi pálida piel de princesa. De niñito me decían que tenía una piel de porcelana, era súper delicado, muy drama queen que lloraba y tenía caprichitos, pero nada fuera de lo común.

A escondidas ya sabía que algo pasaba dentro mío; no cualquier niño “común” susurra cosas referentes a los Backstreet Boys o a Leo DiCaprio, o tiene sueños de querer ser princesa. Pero reconozco haberme demorado en explotar, me aguanté hasta los 14 años para la primera bombacha.

Meanwhile, influencia tras influencia, la televisión y el cable mostrando escenas de BDSM, de transexuales y de sexo que miraba a escondidas de mi familia era la forma de asombrarme de que no todo iba con la corriente. Un bello carnaval de colores y sensaciones. Como olvidar ese episodio de Mi Guión en Discovery Kids (Pueden encontrar este programa como Incredible Story Studio en Youtube) donde un niño era, por acción de un hechizo, convertido en un fanboy de una muñeca símil Barbie.

Esas cosas influencian chicas, ¿o acaso van a negármelo?

Luego llega la angustia, el querer volver a ser un niño normal, teniendo una novia en el kínder, intentando que la fachada nos convierta en algo que no somos, pero en un momento sucumbe, lo que esta latente necesita salir a la luz. En mi caso fue el ver pornografía, divinos canales como Venus o Playboy TV me hicieron darme cuenta de que el Sexo Anal era una realidad y mis dedos y su curiosidad pudieron mas que mi frágil hombría. 
Doce inocentes años, la pubertad empezaba y ya empezaba mi confusión, y con ello el ir al baño y tomar aquella bombacha negra por primera vez, un romance entre la femineidad y mi persona había iniciado…

domingo, 27 de mayo de 2018

Soy puta... ¿Y qué?


Toda mi vida me ha perseguido ese bichito llamado ¿Qué pensarán de mí?, y es natural, sé que a ti te suele pasar mi querida colega sissy. No es fácil no encontrarse en uno de los dos sexos/géneros primarios como son los varones y las mujeres. Nosotras nos hemos hundido en la grieta con un mar de nubes de azúcar rosadas llamado sissiness, y está bien, nadie tiene que asignarte un casillero porque sos única e irrepetible corazón.

Uno de los mayores miedos es el imaginarse la posibilidad de volver a casa, para las que no vivimos solas, y ver a tu mamá o papá sentados junto a tu notebook y preguntarte que diablos son esas fotos y videos. En mi caso tengo suerte de tener privacidad en mi cuarto y poder ocultar mi lado sissy, pero las comprendo a aquellas sissies muy jovencitas que tienen que vivir haciéndolo a escondidas de sus padres y es horrible imaginarse un escenario así.

Por ese motivo nosotras solemos recurrir a sitios oscuros de la Internet, el porno, llenando nuestros ordenadores de imágenes, videos y relatos eróticos de toda índole. Tarde o temprano accedemos a la posibilidad de ingresar a un chat o de tener que ver contenido privado y eso hace que tengamos que hacernos la infame cuenta en el sitio porno (Que por cierto en mi caso es XHamster jajaja).

Pueden pasar unos días, unas semanas, o un mes en el mejor de los casos, hasta que nuestra sissiness se convierta en miedo, porque nos animamos a dar pequeños pasitos, ya sea subir una foto con el rostro recortado o una foto de la cola, producidas bien putas, para luego sentir miedo nuevamente del que dirán, de que nos prometemos, juramos y perjuramos que jamás volveremos a sitios tan depravados y llenos de mariconas para convertirnos en hombrecitos heterosexuales con novia.

Eso lleva consigo la tristemente célebre purga, botando ropa, maquillaje y accesorios a la basura como parte de nuestra rebeldía interna. Esto nos suele ocurrir aproximadamente entre los 15 y los 19 años por lo que es comprensible que aquellas sissies de más de 20 años no son tan proclives a purgar.

Pero llega un punto de inflexión, soplas las 18 velitas y sos una nena grande ya, ya podes entrar al sitio porno sin mentir en la edad o sin necesidad de estar en la mira de un pervertido. Ahí empieza el camino duro de volver a comprar la ropita, la lencería, el make up y los accesorios, para producirte como la guarra que eres y subirte a esos sitios tan “sucios”.

Ahora en vez de cortar la foto le pones un corazoncito a tu cara, cosa de que mamá y papá, tan buenos e inocentes que son, no se enteren que el hijo es la fantasía sexual de cientos de hombres bien viriles. Es algo increíble pensar en eso al mismo tiempo ¿no?

Por eso mis hermanas y amigas sissies, las entiendo profundamente. Somos todas una gran cofradía de putas y mariconas, y esta genial, todas tenemos derecho a excitarnos como se nos plazca, en nuestro caso es estar montadas como unas princesas y pensar en algún chico lindo y susurrarnos los nenas que somos al jugar con nuestra cola y frotando nuestros pequeños genitales para la cámara de fotos y videos así producimos nuevo material para el sitio porno, para que cientos, sino miles de desconocidos puedan tener un orgasmo muy placentero. Nacimos para dar placer, y al que le moleste… ¡Que se pudra!

Un mar de sissies veinteañeras.


Lo notarás, entrando a Google, poniendo Sissy Boy en la barra de búsqueda y dando enter. Un sinfín de Blogs, Páginas de Tumblr, Perfiles de XHamster u cualquier clase de sitio que muestra a un 
mar de chicas como yo. 

En especial de EEUU, Canadá y Europa, pero nuestra audiencia y publico sissy ha crecido en los últimos 20 años en Latinoamérica. Nosotras, si, nosotras nos autorreferimos como Sissies, pero ¿Por qué sissies? ¿Por qué esta afluencia?

Las sissies, somos en esencia niños, cuya femineidad y sumisión se han fusionado en una compleja combinación de inocencia, sexualidad y sensualidad. Nuestro objetivo es despegarnos de aquel niño tímido, frágil, nerd o inocente y sacar a la femme fatale de lo más profundo de nuestro corazón. No niego la amplia afluencia de sissies de más de 30 años, en especial en aquellos blogs y páginas dedicadas a la Exposure o el Blackmail (Temas a los que me referiré en futuras entradas), pero es algo especial que nuestra generación, nacida entre 1990 y 1998, es un mar de niñas sexies bien mariconcitas.

La afluencia tiene una clara explicación,  y es la historia moderna. Como todas las que nacimos a principios de los años 90 (Yo nací en 1993 por ejemplo) fuimos expuestas a la época más explosiva de la TV por cable, y de los inicios del internet. No hay sissy que me pueda negar, haya nacido aquí en Buenos Aires, en México o en Estados Unidos; como sus primeros deseos fueron impulsados por aquel programa donde un chico se vestía de chica, por ver a nuestra Princesa Sissy Britney Spears en su uniforme de colegiala, viendo Ni Idea (Clueless - 1995) mientras por dentro te sentías rubia, tonta y sexy.

O me animo a más, ¿que sissy jovencita como yo me va a negar no haber susurrado en la más tierna inocencia aquel ídolo adolescente varón de aquella época llena de chicos lindos, rubios y musculosos?

La inocencia se empezó a quebrar en aquellas inocentes imágenes, y se rompió como un himen de virgen, al ver esas líneas bizarras de las películas porno que veíamos a escondidas, en mi caso viendo canales como Venus Tv o Playboy TV, ver a escondidas un canal que pasaba documentales de Sadomasoquismo y BDSM como I-Sat. Esa clase de cosas nos moldean, nos hicieron entender que nosotras no éramos el chico que ponía el pene para que le hagan oral, nosotras éramos y somos las chicas que nos rendimos ante esa muestra fálica para dar placer con nuestras bocas y anos. 

Nos confundía ese pensamiento al ser jovencitas, pero con el tiempo lo fuimos aceptando, no pudimos negarnos y tuvimos que agarrar aquella banana de plástico de la fiesta o cualquier elemento y chuparlo y jugar con él, para aceptar y aprender a ser mujeres.

Nuestro camino es de pétalos de rosas, pero al mismo tiempo el de vivir en las sombras del temor a que Mamá y Papá se enteren. En mi caso, al no tener hermanos, estuve en una situación especial, pero cuando a los 14 años robé mi primera bombacha/braga supe que no habría retorno…

¿Cuál es el motivo de crear este blog?


Sencillo, tengo ganas de hacerlo...

...No, en serio, hay una explicación profunda y que la notarán con el paso de las entradas, los días y las semanas. En esencia si me ves en la calle, ves a un chico que te puede hablar, que es amable, que no es muy cariñoso; no se si tímido, pero si cauteloso. Alguien a quien no imaginas con portaligas, dildos y videos porno en su haber.

¿Es tonto siquiera pensarlo? Este chico, ¿siendo una puta? No way!

Bueno, damas y caballeros, es asi. Puedo ser el chico más elocuente de la Facultad, puedo ser un trabajador promedio, que te llama para hacerte una propuesta de venta, que ordena tus libros contables, que puede armar tu página web, que puede leer sobre política, que dibuja y pinta, pero en lo profundo, en los confines de su cuarto es una Princesa Teen mas rosa y clueless que Britney Spears y Alicia Silverstone juntas.

Mi amor por el sexo es infinito, como no amar algo tan bello y creativo como tener y dar placer. 
Te hablo a vos, a quien se puede sentir excitado por mis fotos, quien puede sonreír viéndome haciendo poses de nena. Me hace feliz que me prestes atención, que sepas que te hago, por sobre todo, feliz.

Ahora conocerás una parte desconocida de mi, una parte mas literaria, detrás de imágenes y videos, detrás de aquellas pizcas de “puterismo explicito” y de mis tonteras de nena teen de 24 años.

Bienvenida/o a mi Blog!