martes, 23 de octubre de 2018

Una microhistoria sobre el Blackmail


Cuando daba los primeros pasos en la búsqueda de mi ser interior tuve en cuenta que necesitaba ser dominada para poder sentirme plena como sissy. A los quince o dieciséis descubrí el BDSM así que ya estaba encaminada en ya convertirme en una señorita adulta con su respectiva Ama.

Obviamente el camino no fue fácil, entre relatos eróticos, blogs y salas de chat no encontraba alguna persona que seriamente me tuviera “agarrada” y me hiciera obedecerle al pie de la letra. Con el tiempo y debido a mi calidad de autodidacta empecé a chatear en inglés con Dominantes, y allí me encontré con Sarah. Una Mistress británica de veintitantos años.

Yo le conté sobre mi situación a Miss Sarah, y ella sonrientemente me dijo que no tenía drama en convertirme en su sissy mariconcita sometida. Que simplemente entregue un par de fotos mías donde me sintiera bien nena, y así lo hice.

Ella allí cambió su forma de ser, se volvió firme, y me contó sobre el riesgo de que mis fotos terminen en algún sitio pornográfico o de cualquier otra índole. Yo temblaba y deseaba continuar con esto, pero al mismo tiempo sentía culpa de ser quien era.

A fin de cuentas decidía cada tanto purgar y eliminar contacto con cualquier persona que supiera de mí, y así hice con Sarah. Ella obviamente no lo tomó bien y terminó creando en Google Sites un perfil con mi nombre de pila y con una bella foto mía en baby doll mostrando mi cola de nena.

Gracias a que dicho sitio carecía de masividad o de herramientas virales, al escribir una carta a Google pude darlo de baja sin mayores problemas. He aquí un buen consejo pequeñas mariconcitas; no entreguen sus fotos o info real sin antes pensarlo dos veces, sé que es tentador, y más aún luego de leer esas historias muy morbosas de blackmail y sissy exposure, pero les aseguro, lo mejor es esperar a estar segura y sentirse cómoda con una misma antes que avanzar en un tipo de acuerdo así. Agradezco poder haberme topado con personas que me han hecho aprender esto, tanto a la fuerza como de forma tranquila y sin apuros (Mistress Lorena, Ud sabe que me refiero a su firme y dulce mano)

Existen miles de Dominantes que estarán deseosas de tenerte agarrada de tus pequeños testículos para sacar provecho y para poder feminizarte. Por eso investiga, lee y revisa en foros de sumisos experiencias para que puedas avanzar de forma firme y segura…

sábado, 15 de septiembre de 2018

Sweet Sixteen...


Hace algunas semanas cumplí años y pospuse mis actividades sissificantes, pero debo continuar con ellas para lograr ser una mariposa cada día más bella. ¿Qué les parece si continuamos con los escalafones que me permitieron ser quien soy hoy en día?

Hace un par de meses se enteraron de mi exposición escolar, cuando las burlas me hacían mojarme por dentro y llorar frente a mi aula. Ese Sol que me expuso nunca más me habló, y de hecho ha evitado el contacto conmigo desde entonces, muchas personas deben entender que la sarna con gusto no pica y por eso a veces estas pequeñas “mostras” nos volvemos más bellas de lo que ellas pudieron imaginar en un principio.

Imposible era a mis 16 años seguir sin reconocer mi rol sumiso, ya era una experta en los chats. Lograba eludir ventanas emergentes, entraba a toda clase de sitios y me nutria con el contenido más sucio, para emputecer mi mente de nene tímido. Una lucha interna se producía en mi mente, y con ello la sensación de culpa y las constantes purgas de mis prenditas. Ya sea aquella braga que le robé a mi mami, o aquel labial que compré en un almacén.

Era el miedo que se apoderaba de mí, ¿era normal ser una maricona? ¿me atraparía mi familia? Digamos que por suerte nunca me atraparon, ni cuando estaba en bikini ni cuando estaba toda montada cabalgando un bello dildo: ¿Será en tu caso, mami biológica querida, que nunca querrás decirme si viste mis imágenes por temor propio? Who knows, who cares?

A los 16 casi 17 descubrí que era sumisa, por ende mis perversos gustos se volvieron más oscuros, culminando en una experiencia con una Domina virtual de Inglaterra. Nunca fui expuesta, ni motu propio ni por ganas de aquellos supuestos dominantes que de autoritario solo tenían la Bloq Mayús del teclado.  

En un futuro muy pero muy cercano se enteraran de la madurez de esta teen y verán como he desarrollado la feminización bajo mis propios términos…

viernes, 29 de junio de 2018

La exposición escolar...


Saben que, me importan poco las mojigatas que se ofenden, los machitos que se burlaban y ahora aman ser la diva de Palermo Red. Yo siempre fui quien quise y me encantó, en la oscuridad de las sombras de un closet floreado o frente a una audiencia de hombres cibernéticos.

Lo escribo porque me salió de adentro, así como todo lo que pongo en este blog. No me victimizo, pero no olvido, porque ahora los que se hacen los open mind no lo eran tanto cuando década atrás humillaban. Y no se preocupen, porque sus Facebook siguen tan abiertos como sus agujeros anales invadidos por la curiosidad de un falo ajeno.

La princesa despertaba ante la voracidad del internet, y sus compañeros eran un grupo de revoltosos inmaduros. La princesa era un niño nerd, bien traga (en el sentido de la jerga inocente, sepan comprender). Un colegio con nombre de Santo era mi escenario, para que el friendzoneo de chicas bellas pero algo cerradas de mentes aparezca, y algo en mí se despertó, el mundo era más amplio que un patio de colegio.

Plena adolescencia, quinceañera era la princesa. Y esos viriles jóvenes que molestaban a quienes íbamos a trasmano no perdieron la oportunidad de desatar su furia infernal contra un objetivo tan fácil como era yo.

El Messenger y la pobre confianza que le tenía la princesa a una compañera hicieron el resto, imágenes viralizadas, comentarios viralizados. Un carnaval de cosas que ocurrieron aquel fin de semana trágico. Y el lunes llegó, la princesa no estaba preparada, y eran todas burlas, risas y canticos.
La princesa no sé cómo pudo sobrellevar eso, porque contrastaba esa imagen de puta con su tierna e inocente imagen de niño nerd. Ellos podrán haber ganado, pero la princesa ganó porque le tomó gustillo a la humillación. Las lágrimas pasaron a ser gemidos solitarios entre cuatro paredes. La princesa mintió en casa, todo está bien, no pasa nada, cambio de school please, y mami y papi aceptaron.

A los meses la princesa burlonamente agradeció a ese sol que la expuso, y ella rió y bloqueó. Nunca más se oyó el nombre de la princesa nerd en ese colegio, porque por mas genial que fuera, preferían cerrar el culo antes que abrir su corazón a rendirle pleitesía.

viernes, 1 de junio de 2018

La favorita del chat…


Ya tenía la bombacha y el corpiño, era hora de las fotis. Imposible no retratar mi caída en este abismo rosado, posando, metiéndome cosas, moviendo la cola; un sinfín de imágenes llenaban mi celular y el cable USB hacia la computadora para entrar en una carpeta donde daba rienda suelta a la puta dentro mio…

Pero como saber si lo que hacia estaba bien, pero el bendito Internet me despejó las dudas y me hizo borrar mi total inocencia sobre lo que era en realidad. Al principio era meterme a escondidas en un sitio porno, viendo videos o fotos de lesbianas, pero luego esas lesbianas pasarían a ser dos travestis con penes enormes llenos de presemen que mojaban los labios de asiáticas ladybois. Mi inocente mente heterosexual se volvía cada vez mas bisexual, mas falocentrica y mas pasiva que nunca.

Alli entraron los artículos de Wikipedia, los foros y blogs, como este, que explicaban que eran las crossdressers, lo que eran las sissies… y yo era una sissy fetichista y sumisa, le caiga a quien le caiga. Pero ese camino espinoso de ir descubriendo que era solia intercalarse con las salas de chat, las queridas y muy sucias salas de chat. Si los sauna y baños eran los puntos de encuentro en los años 80, los chats fueron, desde la década del 2000 hasta parte de la actualidad, en los lugares donde una expresaba su putez al máximo.

Muchas ventanitas abrían y muchos hombres grandes, como dice aquel reggaetón nuevo, me escribían, halagos, piropos, deseos de conocerme. Pero obviamente le sabia ganar al sistema, sabia que no estaba bien lo que hacia y cancelaba cualquier oportunidad de conocer gente, no iba a meterme en una situación peligrosa que me haga confesar lo nena que era ante la family.
Mi adolescencia estuvo enmarcada en un monitor de computadora, con el MSN a la cabeza, y las salas con hashtag GAY, TRAVESTIS, BDSM eran los lugares donde era la puta de mis fantasias mas perversas y sumisas…

Todo hasta que mi colegio se interpuso, con su estúpido conservadurismo, para hacerme caer en su trampa: ¿El nene bueno iba a ser la nena puta y trola o no? Mis amados lectores, lo sabran en la próxima entrada…


Genesis…


La maricona habia descubierto que la cola servia para sentir placer, tanto porno durante un par de años hizo que a los tiernos doce esos dedos exploren esa nueva sexualidad. Pero no quedaba ahí todo, si una quería disfrutar como una chica, ¿por qué no probar vistiéndose como una?

Mi madre fue la primer y única victima, ella sin saberlo me dejó a su disposición sus bombachas de lycra negras, las cuales tomé sin pedir permiso y entré al baño, previo baño, también tomando un corpiño blanco 
y rellenándolo con algodón.

Lo que resultó fue el sentirme extasiada, verme frente al espejo en lencería de mujer, con los labios y parpados pintados como una nena, posando y bailando me hizo tener un explosivo orgasmo, y no pude evitarlo, lo único que evitaba era el ser descubierta. Que mis jugos no se derramen y no me delaten porque eso significaría una obvia pregunta inquisitoria por parte de mi madre.

Me sentí una puta y me encantó, era inevitable volver atrás, son pasos de una escalera que va perdiendo peldaños. No podes retroceder sin caer en un abismo. La oscuridad de la sombra de ser descubierta siempre estaba allí y yo no podía darme el lujo que mami y papi se enteraran. Siempre todo a escondidas, en el baño, esas cuatro paredes que vieron mi crecimiento como la maricona que soy.

Catorce años, esa tierna edad, las puertas de una turbulenta adolescencia se abrirían para mi, la confusión me invadiría y muchas cosas ocurrirían pero eso es para otra entrada…

lunes, 28 de mayo de 2018

Primeras influencias…


No voy a hacer la clásica de “yo quería ser Madonna mientras veía videos de Gloria Estefan”, lamento decepcionarlos, pero no soy un modelo "gay/bisexual/o-como-deseen-decirle" clásico.

Mis influencias fueron la década en la que nací, como dije en la entrada anterior, soy una hija de los años 90 y eso lo puede decir todo. Pero como amo entretenerlos con mis infidencias les contaré.

La maravillosa y plástica Pamela Anderson en Baywatch y Barb Wire, la amazonia de Lucy Lawless en Xena, la colegiala de Britney Spears me hicieron nena a la fuerza, una nena calzada en rosa y cabellos rubios para contrastar mi pálida piel de princesa. De niñito me decían que tenía una piel de porcelana, era súper delicado, muy drama queen que lloraba y tenía caprichitos, pero nada fuera de lo común.

A escondidas ya sabía que algo pasaba dentro mío; no cualquier niño “común” susurra cosas referentes a los Backstreet Boys o a Leo DiCaprio, o tiene sueños de querer ser princesa. Pero reconozco haberme demorado en explotar, me aguanté hasta los 14 años para la primera bombacha.

Meanwhile, influencia tras influencia, la televisión y el cable mostrando escenas de BDSM, de transexuales y de sexo que miraba a escondidas de mi familia era la forma de asombrarme de que no todo iba con la corriente. Un bello carnaval de colores y sensaciones. Como olvidar ese episodio de Mi Guión en Discovery Kids (Pueden encontrar este programa como Incredible Story Studio en Youtube) donde un niño era, por acción de un hechizo, convertido en un fanboy de una muñeca símil Barbie.

Esas cosas influencian chicas, ¿o acaso van a negármelo?

Luego llega la angustia, el querer volver a ser un niño normal, teniendo una novia en el kínder, intentando que la fachada nos convierta en algo que no somos, pero en un momento sucumbe, lo que esta latente necesita salir a la luz. En mi caso fue el ver pornografía, divinos canales como Venus o Playboy TV me hicieron darme cuenta de que el Sexo Anal era una realidad y mis dedos y su curiosidad pudieron mas que mi frágil hombría. 
Doce inocentes años, la pubertad empezaba y ya empezaba mi confusión, y con ello el ir al baño y tomar aquella bombacha negra por primera vez, un romance entre la femineidad y mi persona había iniciado…

domingo, 27 de mayo de 2018

Soy puta... ¿Y qué?


Toda mi vida me ha perseguido ese bichito llamado ¿Qué pensarán de mí?, y es natural, sé que a ti te suele pasar mi querida colega sissy. No es fácil no encontrarse en uno de los dos sexos/géneros primarios como son los varones y las mujeres. Nosotras nos hemos hundido en la grieta con un mar de nubes de azúcar rosadas llamado sissiness, y está bien, nadie tiene que asignarte un casillero porque sos única e irrepetible corazón.

Uno de los mayores miedos es el imaginarse la posibilidad de volver a casa, para las que no vivimos solas, y ver a tu mamá o papá sentados junto a tu notebook y preguntarte que diablos son esas fotos y videos. En mi caso tengo suerte de tener privacidad en mi cuarto y poder ocultar mi lado sissy, pero las comprendo a aquellas sissies muy jovencitas que tienen que vivir haciéndolo a escondidas de sus padres y es horrible imaginarse un escenario así.

Por ese motivo nosotras solemos recurrir a sitios oscuros de la Internet, el porno, llenando nuestros ordenadores de imágenes, videos y relatos eróticos de toda índole. Tarde o temprano accedemos a la posibilidad de ingresar a un chat o de tener que ver contenido privado y eso hace que tengamos que hacernos la infame cuenta en el sitio porno (Que por cierto en mi caso es XHamster jajaja).

Pueden pasar unos días, unas semanas, o un mes en el mejor de los casos, hasta que nuestra sissiness se convierta en miedo, porque nos animamos a dar pequeños pasitos, ya sea subir una foto con el rostro recortado o una foto de la cola, producidas bien putas, para luego sentir miedo nuevamente del que dirán, de que nos prometemos, juramos y perjuramos que jamás volveremos a sitios tan depravados y llenos de mariconas para convertirnos en hombrecitos heterosexuales con novia.

Eso lleva consigo la tristemente célebre purga, botando ropa, maquillaje y accesorios a la basura como parte de nuestra rebeldía interna. Esto nos suele ocurrir aproximadamente entre los 15 y los 19 años por lo que es comprensible que aquellas sissies de más de 20 años no son tan proclives a purgar.

Pero llega un punto de inflexión, soplas las 18 velitas y sos una nena grande ya, ya podes entrar al sitio porno sin mentir en la edad o sin necesidad de estar en la mira de un pervertido. Ahí empieza el camino duro de volver a comprar la ropita, la lencería, el make up y los accesorios, para producirte como la guarra que eres y subirte a esos sitios tan “sucios”.

Ahora en vez de cortar la foto le pones un corazoncito a tu cara, cosa de que mamá y papá, tan buenos e inocentes que son, no se enteren que el hijo es la fantasía sexual de cientos de hombres bien viriles. Es algo increíble pensar en eso al mismo tiempo ¿no?

Por eso mis hermanas y amigas sissies, las entiendo profundamente. Somos todas una gran cofradía de putas y mariconas, y esta genial, todas tenemos derecho a excitarnos como se nos plazca, en nuestro caso es estar montadas como unas princesas y pensar en algún chico lindo y susurrarnos los nenas que somos al jugar con nuestra cola y frotando nuestros pequeños genitales para la cámara de fotos y videos así producimos nuevo material para el sitio porno, para que cientos, sino miles de desconocidos puedan tener un orgasmo muy placentero. Nacimos para dar placer, y al que le moleste… ¡Que se pudra!

Un mar de sissies veinteañeras.


Lo notarás, entrando a Google, poniendo Sissy Boy en la barra de búsqueda y dando enter. Un sinfín de Blogs, Páginas de Tumblr, Perfiles de XHamster u cualquier clase de sitio que muestra a un 
mar de chicas como yo. 

En especial de EEUU, Canadá y Europa, pero nuestra audiencia y publico sissy ha crecido en los últimos 20 años en Latinoamérica. Nosotras, si, nosotras nos autorreferimos como Sissies, pero ¿Por qué sissies? ¿Por qué esta afluencia?

Las sissies, somos en esencia niños, cuya femineidad y sumisión se han fusionado en una compleja combinación de inocencia, sexualidad y sensualidad. Nuestro objetivo es despegarnos de aquel niño tímido, frágil, nerd o inocente y sacar a la femme fatale de lo más profundo de nuestro corazón. No niego la amplia afluencia de sissies de más de 30 años, en especial en aquellos blogs y páginas dedicadas a la Exposure o el Blackmail (Temas a los que me referiré en futuras entradas), pero es algo especial que nuestra generación, nacida entre 1990 y 1998, es un mar de niñas sexies bien mariconcitas.

La afluencia tiene una clara explicación,  y es la historia moderna. Como todas las que nacimos a principios de los años 90 (Yo nací en 1993 por ejemplo) fuimos expuestas a la época más explosiva de la TV por cable, y de los inicios del internet. No hay sissy que me pueda negar, haya nacido aquí en Buenos Aires, en México o en Estados Unidos; como sus primeros deseos fueron impulsados por aquel programa donde un chico se vestía de chica, por ver a nuestra Princesa Sissy Britney Spears en su uniforme de colegiala, viendo Ni Idea (Clueless - 1995) mientras por dentro te sentías rubia, tonta y sexy.

O me animo a más, ¿que sissy jovencita como yo me va a negar no haber susurrado en la más tierna inocencia aquel ídolo adolescente varón de aquella época llena de chicos lindos, rubios y musculosos?

La inocencia se empezó a quebrar en aquellas inocentes imágenes, y se rompió como un himen de virgen, al ver esas líneas bizarras de las películas porno que veíamos a escondidas, en mi caso viendo canales como Venus Tv o Playboy TV, ver a escondidas un canal que pasaba documentales de Sadomasoquismo y BDSM como I-Sat. Esa clase de cosas nos moldean, nos hicieron entender que nosotras no éramos el chico que ponía el pene para que le hagan oral, nosotras éramos y somos las chicas que nos rendimos ante esa muestra fálica para dar placer con nuestras bocas y anos. 

Nos confundía ese pensamiento al ser jovencitas, pero con el tiempo lo fuimos aceptando, no pudimos negarnos y tuvimos que agarrar aquella banana de plástico de la fiesta o cualquier elemento y chuparlo y jugar con él, para aceptar y aprender a ser mujeres.

Nuestro camino es de pétalos de rosas, pero al mismo tiempo el de vivir en las sombras del temor a que Mamá y Papá se enteren. En mi caso, al no tener hermanos, estuve en una situación especial, pero cuando a los 14 años robé mi primera bombacha/braga supe que no habría retorno…

¿Cuál es el motivo de crear este blog?


Sencillo, tengo ganas de hacerlo...

...No, en serio, hay una explicación profunda y que la notarán con el paso de las entradas, los días y las semanas. En esencia si me ves en la calle, ves a un chico que te puede hablar, que es amable, que no es muy cariñoso; no se si tímido, pero si cauteloso. Alguien a quien no imaginas con portaligas, dildos y videos porno en su haber.

¿Es tonto siquiera pensarlo? Este chico, ¿siendo una puta? No way!

Bueno, damas y caballeros, es asi. Puedo ser el chico más elocuente de la Facultad, puedo ser un trabajador promedio, que te llama para hacerte una propuesta de venta, que ordena tus libros contables, que puede armar tu página web, que puede leer sobre política, que dibuja y pinta, pero en lo profundo, en los confines de su cuarto es una Princesa Teen mas rosa y clueless que Britney Spears y Alicia Silverstone juntas.

Mi amor por el sexo es infinito, como no amar algo tan bello y creativo como tener y dar placer. 
Te hablo a vos, a quien se puede sentir excitado por mis fotos, quien puede sonreír viéndome haciendo poses de nena. Me hace feliz que me prestes atención, que sepas que te hago, por sobre todo, feliz.

Ahora conocerás una parte desconocida de mi, una parte mas literaria, detrás de imágenes y videos, detrás de aquellas pizcas de “puterismo explicito” y de mis tonteras de nena teen de 24 años.

Bienvenida/o a mi Blog!